La bicicleta verde





Supimos que la vida es poco menos
que un sueño colectivo y poco más
que una almendra,
el día que entendimos las razones
del por qué los abuelos, con voz de crisantemo,
morían de repente, sin adioses
complicados, sin media frase deshabitada
y con la precisión de los maizales
o, quizá,
el día que nos fuimos a la escuela
y faltó
la bicicleta verde de un amigo.

Ese día,
ese día cuadrado nos dijimos
nosotros mismos al oído, casi
sin querer escuchar, que somos sueño,
sí, sueño breve
y se alojó el miedo con la forma
de una almendra en la mitad
del corazón y regresamos tristes
de nuestras abstracciones
convencidos
o convenciéndonos
de que la perfección de Dios es círculo
que no permite cuadraturas
y los maizales tienen calendario.

Hoy, por ejemplo,
advertí
que en mis gavetas, las bolsitas verdes
de sándalo y jazmín
no quitan el olor a medicinas
ni el incienso diario ya perfuma
a lluvia tempranísima la casa
y así,
así, desesperado,
busqué la bicicleta que naciera
un día de la infancia, bajo el árbol,
como sabemos nacen los milagros,
y recordé, de súbito,
de nuevo, a medio rayo rompiéndome la espalda,
que la vida …la vida es poco menos
que un sueño colectivo y poco más
que una almendra.

2 comentarios:

david santos dijo...

Hola, Espino!
Muy buen tu trabajo.
Gracias por hacerlo.

Enrico Espino dijo...

Gracias, David, por tu visita. Espero te guste la literatura y sigas visitándome. Iré actualizando las recomendaciones de lectura, los poetas contemporáneos que recomiendo, así como haciendo un lugar para aquéllos que, según mi apreciación, deben tener un lugar de referencia (el caso de Mercedes de Pérez Freites, excelente poeta Venezolana y Oscar Guaramato, cuentista maravilloso, Venezolano)y que, por diversos motivos, su presencia en la Web es poca o nula.

Aquí estamos, gracias nuevamente


Enrico Espino

 
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