Yo sostengo tu mano




Yo sostengo tu mano, tú la mía,
para que no nos toquen nuestras voces
en este lado incómodo del tiempo
y decirnos el alma en plena lluvia.

Ya vendrán otros versos y otro agosto
que agotar con los días de septiembre,
otra fe que habitar sin fe y, quizás,
una nueva nacida en un poema.

Haremos del silencio la metáfora
de la gota que es gota mientras cae
por el delirio azul de la memoria

o, tal vez, bajaremos nuestros párpados
a que escriba “Esperanza” ―a media voz―
mientras asgo tu mano, amigo mío.

2 comentarios:

Sol Schiaffino dijo...

él me dijo.. "mientras escriba no muero, Solcito"... y ya ves. Sé que sus palabras permanecerán siempre.
Sé que manos como la tuya lo sostienen.
Un beso.

Maydelim dijo...

GRACIAS POR ESCRIBIR AMIGO MIO

 
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